Evolución del libro digital
Por Clara Aparicio Yoldi
2006
En: www.campusred.net/asp/telos/foros/usuarios/foros/verMensaje.asp?men=665
www.campusred.net/asp/telos/foros/usuarios/foros/verMensaje.asp?men=666
Creo que igual que se pasó de la transmisión oral a la transmisión escrita, ahora estamos asistiendo al paso del soporte papel al soporte digital. Igual que en el primer cambio se perdían características propias de la comunicación verbal, como la entonación, el volumen o el ritmo, en esta nueva transformación habrá que renunciar a elementos propios del libro códice, como la distribución del texto por toda la superficie, su estructuración en páginas o la comodidad de cogerlo con las manos y poder leerlo en diferentes posturas.
Hoy en día se está experimentando todavía con el libro digital y pienso que poco a poco se irán resolviendo estos problemas. Con los nuevos avances tecnológicos por ejemplo se están desarrollando y difundiendo las pantallas ligeras, que solventan uno de los principales problemas del libro digital de hoy. Estas tabletas permiten sostener los textos con las manos y así leerlos de una manera más cómoda, y no sentados frente a la pantalla del ordenador.
La aparición de la imprenta y del libro códice permitían retener mucha más cantidad de información de la que podía memorizar una persona, y además aumentaron enormemente la capacidad de difusión, tanto en el tiempo como en el espacio. El libro digital permite sostener una cantidad de información mucho mayor en un espacio mínimo y además podría tener una accesibilidad infinitamente mayor, tanto geográfica como temporal.
Pienso que todas las obras realizadas en papel deberían traspasarse al formato digital, tanto para su conservación como para una mayor accesibilidad. Aunque según mi opinión, en el caso de los libros literarios, deberían ser lo más fieles posible al formato original, tanto en su estructura como en la distribución del texto en las páginas o en los recursos gráficos utilizados, ya que el autor los concibió para ese tipo de formato. El libro digital posee una gran variedad de recursos expresivos que contribuyen a la transmisión del mensaje del autor y abren un mundo de posibilidades creativas, aunque sólo debería crearse un libro digital con estos nuevos recursos cuando sea el propio autor el que los utilice conscientemente, como parte de su obra.
Cada tipo de libro, según su género, requiere formas diferentes de utilizar estos recursos. Por ejemplo en los libros didácticos o científicos, sería muy útil añadir imágenes a los textos, incluso distribuirlos de una manera más fácil de leer, más esquemática.
El libro digital es un nuevo mundo lleno de posibilidades que debemos experimentar todavía durante mucho tiempo, analizar sus ventajas y desventajas, ir descubriendo distintos caminos y, como ocurre con todo cambio, el espectador debe acostumbrarse poco a poco al nuevo medio.
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Creo que igual que se pasó de la transmisión oral a la transmisión escrita, ahora estamos asistiendo al paso del soporte papel al soporte digital. Igual que en el primer cambio se perdían características propias de la comunicación verbal, como la entonación, el volumen o el ritmo, en esta nueva transformación habrá que renunciar a elementos propios del libro códice, como la distribución del texto por toda la superficie, su estructuración en páginas o la comodidad de cogerlo con las manos y poder leerlo en diferentes posturas.
Hoy en día se está experimentando todavía con el libro digital y pienso que poco a poco se irán resolviendo estos problemas. Con los nuevos avances tecnológicos por ejemplo se están desarrollando y difundiendo las pantallas ligeras, que solventan uno de los principales problemas del libro digital de hoy. Estas tabletas permiten sostener los textos con las manos y así leerlos de una manera más cómoda, y no sentados frente a la pantalla del ordenador.
La aparición de la imprenta y del libro códice permitían retener mucha más cantidad de información de la que podía memorizar una persona, y además aumentaron enormemente la capacidad de difusión, tanto en el tiempo como en el espacio. El libro digital permite sostener una cantidad de información mucho mayor en un espacio mínimo y además podría tener una accesibilidad infinitamente mayor, tanto geográfica como temporal.
Pienso que todas las obras realizadas en papel deberían traspasarse al formato digital, tanto para su conservación como para una mayor accesibilidad. Aunque según mi opinión, en el caso de los libros literarios, deberían ser lo más fieles posible al formato original, tanto en su estructura como en la distribución del texto en las páginas o en los recursos gráficos utilizados, ya que el autor los concibió para ese tipo de formato. El libro digital posee una gran variedad de recursos expresivos que contribuyen a la transmisión del mensaje del autor y abren un mundo de posibilidades creativas, aunque sólo debería crearse un libro digital con estos nuevos recursos cuando sea el propio autor el que los utilice conscientemente, como parte de su obra.
Cada tipo de libro, según su género, requiere formas diferentes de utilizar estos recursos. Por ejemplo en los libros didácticos o científicos, sería muy útil añadir imágenes a los textos, incluso distribuirlos de una manera más fácil de leer, más esquemática.
El libro digital es un nuevo mundo lleno de posibilidades que debemos experimentar todavía durante mucho tiempo, analizar sus ventajas y desventajas, ir descubriendo distintos caminos y, como ocurre con todo cambio, el espectador debe acostumbrarse poco a poco al nuevo medio.
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