La manipulación de la realidad

El tema o argumento principal del concurso es la convivencia. A esta convivencia se le añaden una serie de factores que la dificultan y en eso se basa la dinámica del programa. “El programa filma una situación real enormemente manipulada en su marco de referencia y donde la teatralización de la realidad es un tema constante de interés público”.[1] Los factores que fomentan la competitividad y hacen más difícil la convivencia son:
- Las numerosas cámaras que graban continuamente a los concursantes. Éstas condicionan su conducta, unas veces incitándoles al autocontrol de reacciones naturales, otras a la sobreactuación, sabiendo que el público siempre les está viendo y que es él quien decide su situación dentro o fuera de la casa. La sensación de estar vigilados continuamente dificulta una convivencia normal.
- El aislamiento: Los concursantes tienen que convivir con personas totalmente desconocidas para ellos y sin ningún contacto con el exterior: ni televisión, ni radio, ni teléfono, ni internet, ni libros, ni ningún medio de comunicación está permitido. No pueden ni siquiera escribir. La única excepción son las charlas privadas que mantienen con los psicólogos del programa. Este factor acentúa la tensión en el interior de la casa y acelera las interacciones afectivas, sean positivas o negativas.
- El racionamiento de los bienes de consumo como el dinero, la comida o el agua caliente tiene el mismo fin de fomentar la tensión y agresividad.
- Las pruebas: Para ocupar el tiempo libre los concursantes tienen que realizar, además de las diferentes tareas para mantener la casa, una pruebas semanales propuestas por el equipo de producción, que se dirige a ellos a través de la voz, nunca la imagen, del "Gran Hermano". Las pruebas son diseñadas para comprobar su capacidad para trabajar en equipo y su espíritu de comunidad. Los habitantes de la casa tienen un presupuesto semanal para adquirir comida y otros productos necesarios. Ellos podrán aumentar, mantener o disminuir este presupuesto según superen o no las pruebas.
- El sistema de eliminación: Cada quince días, los participantes deben nominar a dos o tres de sus compañeros para que abandonen la casa la próxima semana. Los más votados se someten a juicio de la audiencia del programa que se encargará de decidir cuál de ellos deberá abandonar la casa la semana siguiente. Este sistema de selección constante hace que los participantes se defiendan ante los demás para no ser expulsados. Surgen enfrentamientos, grupos, estrategias…
- Algunos han señalado también la alta temperatura que hay en la casa (los concursantes en consecuencia llevan poca ropa) y las camas todas hacinadas en sólo dos habitaciones, como elementos que fuerzan las relaciones interpersonales.Hay otras formas de manipulación de esta supuesta realidad que tienen lugar fuera de la casa: el casting, antes de que comience el concurso, y el montaje, durante la emisión de resúmenes en la televisión.

[1] Imbert, G. “La transparencia posmoderna”. El País, Opinión, 16 de mayo de 2000.

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