Cabello/ Carceller

Por Helena Cabello y Ana Carceller
(en el catálogo de la exposición, 2001)

"Línea de policía: No pasar".
(Cita extraída de las cintas de plástico que coloca la Policía Nacional).

1. Saltar barreras, vallas o cualquier tipo de delimitaciones puede resultar una actividad tan interesante como la que más. Cuando vives en sociedades como las nuestras en las que las barreras son tantas y tan incongruentes, las posibilidades de ejercitar el salto se multiplican. Es por ello que resulta tan gratificante convertirlo en tu principal ocupación. Saltar, por ejemplo, por encima de la barrera que separa los géneros: degenerarse y con ello mezclarse, contaminarse, pervertirse, corromperse, confundirse... androginizarse y habitar los espacios de la duda y la indefinición; pero también los territorios del oprobio y de lo que a veces parecieron paraísos. Nosotras hemos querido con nuestros saltos narrar ese trayecto hacia lo desconocido, mostrar un posible efecto placebo del gueto, de esos espacios cerrados con fronteras invisibles donde habitaría la diferencia. Y para que nuestra narración resulte creíble, androginizar además los modos de representación, saltar por encima de la barrera de esos otros géneros y mezclarlos, contaminarlos, pervertirlos...

2. SIN TÍTULO, una de las obras presentes en esta exposición, es una videoinstalación realizada a principios de 1998. Sin título se desarrolla en el suelo. Sin titulo (promesa), un vídeo realizado a finales de ese mismo ano, se desarrolla en las nubes, flmbas filmaciones apelan a la ambigüedad de las imágenes que se muestran y en ellas se pretende mantener su carácter de obra abierta, no se intenta por tanto dirigir la mirada sino multiplicar las posibilidades interpretativas. Sin titulo habla sobre la contaminación del territorio que delimita nuestra identidad y también sobre el carácter artificial de ésta. Las manos escarban en la tierra unos pequeños agujeras cuadrados -racionalmente decididos- y extraen lo que en ellos se encuentra, rellenando el agujero que la otra ha escarbado -su territorio-, contaminándolo. La acción se desarrolla despacio y dudando, las identidades individuales se han perdido ya irremediablemente, pues del contacto surgen identidades nuevas, artificialmente construidas tras una decisión personal. Sin titulo (promesa) surge como una invitación al riesgo, la imagen de un trampolín que se ofrece para ejercitar, por ejemplo, esos saltos de los que hablábamos anteriormente. A lo largo del vídeo el tiempo transcurrido apenas altera la imagen, los cambios no son fácilmente perceptibles, la promesa se mantiene sobre el fondo azul. El trampolín elegido es una construcción racionalista de hormigón, rectilínea. Si esta imagen tuviera género ¿cuál le adjudicaríamos? El arte se vuelve andrógino cuando te apropias de aquello que hipotéticamente no se corresponde contigo. Otra barrera para ejercitar el salto.

3. En anteriores exposiciones, del trampolín se saltaba a piscinas desoladas y vacías donde el placer había desaparecido temporalmente. Esas piscinas y otros espacios en los que estamos trabajando, como las discotecas, simbolizan eso que llaman gueto y que nosotras hemos preferido situar en la línea de los lugares utópicos y denominar Alguna parte. Alguna parte quiere significar una meta inalcanzable, una utopía de libertad en la que poder vivir; pero que, como toda utopía, no existe en la realidad. Ella tiene coma resultado que lo único que podamos por ahora describir con certeza de este espacio sea el viaje que nos va llevando hasta allí.

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