La Freed Unit

Singin´ in the rain, bajo la dirección de Stanley Donen y Gene Kelly, constituye la obra máxima de la unidad de producción conocida como Freed Unit a causa de que al frente de la misma figura Arthur Freed. No es una sección o un departamento con estructura independiente en el seno de M-G-M sino una esfera vitalizada reiteradamente por su líder, los proyectos que éste aborda y los colaboradores a los que recurre. Su carácter considerablemente autónomo es favorecido por la afición de Louis B. Mayer, vicepresidente de la compañía y regente de sus estudios, a los musicales y por su confianza en Freed, al que otorgará notoria libertad. Desde los inicios del sonoro Arthur Freed, que trabajó en su juventud como pianista en espectáculos de vaudeville y más tarde como letrista, había proporcionado junto con el compositor Nacio Herb Brown numerosas canciones para los musicales elaborados en la Metro, y a partir de 1939 trabajaba en la casa como productor, con especialización en dicho género.
Había una estrecha unión entre los miembros de los distintos equipos. Cuenta Kelly:
Lo más maravilloso, aparte –desde luego- de la conjunción de talentos, era que constituíamos una gran hermandad. Nos gustábamos unos a otros tanto en la vida profesional como en la social. Comprendíamos el carácter y conocíamos la capacidad de cada uno, así que cuando llegábamos a trabajar conjuntamente en un proyecto se producía habitualmente una portentosa fusión de ideas
[1].

La labor de equipo en un musical es más importante que en cualquier otro género. Según Kelly:
Lograr un buen musical es muy difícil: hay que disponer de un equipo capacitado. Es prácticamente imposible hacerlo todo uno mismo, y en un musical basta una pequeña insuficiencia para comprometer el resultado global. Hace falta, pues, un buen operador jefe, un buen escenógrafo, un buen diseñador de vestuario, un buen compositor, un buen coreógrafo, un buen guionista. Una compañía tan poderosa como Metro-Goldwyn-Mayer podía emplear la élite de los técnicos. Por este motivo era agradable trabajar para ella, porque ante el menor problema había siempre a mano la persona más cualificada para solucionarlo
[2].

El mérito conjunto de los equipos para los mejores musicales de la Metro revertía en Arthur Freed, su aglutinador y catalizador. Kelly opinaba que la edad de oro del musical se debió en gran parte a aquél:
Reconocía el talento y sabía como usarlo, adivinaba qué proyectos eran los idóneos y qué gente resultaba la más adecuada para trabajar en ellos. No tenía igual
[3].

Y Cyd Charisse (la actriz que interviene en el ballet de Singin´ in the rain) subrayó la libertad creativa del productor con respecto a extraer el máximo de sus colaboradores:
En Metro-Goldwyn-Mayer nadie discutía la autonomía de Arthur Freed. El suyo era un territorio aparte, admitido como tal, donde trabajaban, con independencia, los miembros de un equipo excepcionalmente apiñado
[4].

Los guionistas Betty Comden y Adolph Green describen así su paso por la Freed Unit:
Tuvimos mucha suerte porque en la unidad de Freed nos trataban muy bien. Creo que los escritores siempre han sufrido en Hollywood: otras personas han reescrito su trabajo y cosas así. Normalmente a nosotros no nos pasaban esas cosas
[5].

[1]
COMA, J. Centauros del desierto/ Cantando bajo la lluvia. Barcelona, Libros Dirigido, 1994, p.94.
[2] Ibídem, pp. 94-95.
[3] Ibídem, p. 95.
[4] Ibídem, pp. 95-96.
[5] McGILLIGAN, P. Backstory 2. Entrevistas con guionistas de los años cuarenta y cincuenta. Madrid, Plot, 2000, p.68.

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