Las Meninas de Velázquez

En el siguiente flashback aparece el que fue su maestro en la juventud, Francisco Bayeu, pintor de la corte y de unos sesenta años mostrándole el cuadro de Las Meninas (1656, Madrid, Museo del Prado) en alguna dependencia del palacio real de Madrid.
Su maestro aparece caracterizado según el retrato que pintó Goya en 1795: Francisco Bayeu (Museo del Prado).
Se encuentran en una estancia utilizada como desván ya que, apoyados en el suelo y en las paredes se acumulan lienzos y pinturas, maderas y espejos, que han sido allí apilados en desorden.
El gran lienzo de Velázquez está apoyado en el suelo y Goya queda fascinado al verlo. Él y su maestro mantendrán una conversación sobre el estilo espontáneo de su pincelada, sobre el formato del lienzo, la composición y finalmente derivarán en el juego de espejos y en toda la filosofía que encierra el cuadro.
La secuencia termina con un juego visual entre la figura de Goya y los numerosos espejos que contiene la sala. Este flashback sirve para explicar, en voz del Goya de Burdeos, los tres maestros que considera el pintor que más han influído en su obra: Velázquez, Rembrandt y la Naturaleza.